lunes, 7 de marzo de 2011




Instante, el presente instante,
 sucedáneo de vida marchita, 
 tímida la esperanza 
de lo cotidiano despedazada,
sueños de antaño, convertidos
a la insulsa nadería de un bucle
 por repetidos actos rutinarios
que ahogan los suspiros
 en nuestro reloj interior,
arena del tiempo que se escurre
entre los dedos del negro 
corazón,
me queda el latido 
inconstante,
arrancado al aburrimiento
que siento al mirar,
sólo un momento, 
el televisor, apagado,
de la sala de estar.

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