sábado, 9 de enero de 2010

Sorbete de limón con tequila

Dio una cucharada al sorbete de limón con tequila número ocho de la tarde más calurosa y soleada del año. Dolido en la garganta, la cabeza nublada y los tacos tex mex dando saltitos en su estómago. La soledad de un momento amargo. El momento de la decepción. La estupidez personificada en una borrachera. cayó estruendosamente del taburete. El camarero que se las veía venir levantóle, "deja, ya pueedo, cuánto te debo", pago su cuenta y empezó a sesear por las calles, mientras gritaba blasfemias sin sentido, una niña de trencitas rubias que comía un helado de fresa asustóse ante él y llorando corrió a la minifalda de su madre de espectacular cuerpo, "no le dá vergüenza, asustar así a una niña, ándese o llamo a la policía so guarro", "pegdón", lo único que acertó a decir cuando la miró a unos ojos azules  intimidatorios, la vergüenza y la libido corrían paralelas, ganó la vergüenza y se alejó, su casa estaba a la vuelta de la esquina allí dormiría una reponedora siesta en un verano caluroso.

1 comentario:

  1. Eres la pera¡¡, me gusta tu estilo, y la acidez que hace de relleno entre las palabras que escribes
    Taliesin

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