sábado, 14 de septiembre de 2019

2.0

 Inclinada la barbilla miraba la pantalla, pasando el tiempo que ni caso me hacía, salvo miradas pasajeras que, de vez en cuando, se daban cuenta de mi existencia y de las varias más que pasaban ante la vitrina pecera del bar. Sonreí perfilando dentadura tras unos rojos labios. Un trago largo de cerveza. Inanidad.

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