Encerrado en la historia mundana del vivir, sintiendo
la angustia por la que se deslizan últimos momentos
de juventud, remuevo,
la cucharilla del café, con un suave tintineo, cierro los ojos mientras suspiro recordando, tratando de no olvidar, a toda aquella gente a la que amé,
sin arrepentimientos,
con sentimiento,
sigo amando a la vida,
a los amigos, a todo aquel que aporta un rayo de luz
a esta existencia sombría y gris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario