martes, 9 de febrero de 2010

OOOOOOO

Escuchaba, solo, tras una puerta
el silencio de la nada,
la inexistencia
de lo que una vez fue
ya no estaba,
ni una sonrisa, ni un sollozo,
simplemente, quizás,
el goteo de la cisterna,
incesante, turbado 
cogió el jarrón 
estrellándolo 
contra la pared
ira frustrada,
arrodillado
espera lo improbable.

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