sábado, 20 de marzo de 2010

Cristales para mirar el mundo

Un charco de aguas residuales, 
en una curva del camino viejo,
en aquella roca, veían reflejados 
los últimos rayos del atardecer, 
sucios rostros, estómagos famélicos,
ropa raida por el uso permanente, 
nada tenían, salvo la esperanza
a punto de perder la ilusión
que iluminan los ojos de los niños, 
inframundos que no entendían 
las crisis de los que todo lo tienen 
y nada les falta, salvo paciencia 
y compresión de sentirse afortunados.

1 comentario:

  1. Todo depende del cristal con que se mira.
    Muchas gracias por incluirme en tu gusto por lo ajeno. Me alegro mucho de haberte podido encontrar la pista nuevamente, me encanta como escribes.

    un beso

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